Sátira y humor ácido; estos son solo algunos de los ingredientes para las irreverentes pero sugerentes “recetas” cotidianas que nos propone Alberto Giménez Prieto en su segunda antología de relatos, Fauna ibérica. En esta nueva publicación nada ha sido elegido al azar: ni el título, ni las citas de presentación ―muy reveladoras―, ni el número de relatos que incluye: siete. Siete son los días de la semana, siete los pecados capitales y siete las virtudes que los anulan. Siete son los sacramentos de la Iglesia Católica, siete las características del Espíritu Santo y siete los planetas clásicos. Y podemos remontarnos más atrás en la historia: en la mitología china hay siete estrellas, siete caminos para observarlas y siete fuerzas siderales. ¿Casualidad? En absoluto.
Alberto Giménez Prieto utiliza todos los medios a su
alcance para evidenciar las injusticias sociales: critica duramente a la clase
política actual ―corrupta, necia, iletrada y orgullosa―, pero también a la
sociedad machista y al heteropatriarcado ―en dos de las historias, dos mujeres
inteligentes y fuertes darán una gran lección al género masculino―. A su vez,
el autor tampoco duda en jugar con el lector a través de conocidos dichos o
refranes populares ―en cierto modo esta obra bien podría haber llevado como
título El refranero ibérico―, adaptados
a los tiempos que corren.
Peor suerte corren sus personajes, que son llevados siempre
hasta el límite, lo que los hace aún más creíbles y auténticos ―algunos dan
pena; otros, verdadero asco, pero una gran mayoría despierta una gran ternura―.
En cada una de las historias el autor pone el foco en personas ―que bien
podrían ser nuestros vecinos― cuyos traumas o problemas son invisibles,
mostrando al lector cómo es su dolor y, en algunos casos, también su humanidad,
aunque sus seres cercanos no la vean. No obstante, quizás sea interesante ponerse
en su lugar: seguro que ninguno somos lo suficientemente “normales”, que todos,
en mayor o menor grado, formamos parte de la “fauna ibérica” que expone y
desnuda Alberto Giménez Prieto.
Algunos de los relatos son divertidos, otros melancólicos e
incluso encantadores o bucólicos ―¿quién no ha soñado nunca con perderse en
Babia?―, si bien el denominador común en todos ellos es mostrar la realidad sin
tapujos, interpelar al lector y hacer que este reflexione. Podemos hablar sin
ningún tipo de duda del esperpento como forma de denuncia social, del
esperpento como auténtico género literario.
Como viene siendo habitual en la pluma de Alberto Giménez
Prieto, la técnica narrativa es impecable: los relatos están perfectamente
escritos. Cabría destacar la riqueza de vocabulario del autor y el estilo ágil,
sencillo y accesible ―fluye como el buen vino―, unas herramientas claves con
las que capta inmediatamente la atención desde el primer párrafo. Y es que la
“magia” de este autor se basa en el arte de lo cotidiano, de las cosas
sencillas: Alberto Giménez Prieto es un perfecto retratista del mundo que nos
rodea.
Tapa blanda: 338 páginas
Editor: Autoedición
ISBN-13: 978-1095296974
Página web del autor: Alberto Giménez Prieto
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