miércoles, 27 de mayo de 2020

Tus palabras sin sentido (Antonio Heras)


Tus palabras sin sentido es la primera novela publicada de Antonio Heras, inicialmente comercializada bajo otro título, Mares pacíficos. El autor la alumbró a los veinte años, en una época en la que devoraba los grandes clásicos victorianos: Jane Austen, Henry James, las hermanas Brontë... Se podría decir, por tanto, que es una obra de juventud donde Antonio Heras rinde tributo a sus autores favoritos, si bien por ello no deja de ser una novela brillante y con un estilo muy personal.

El peso de la trama lo lleva desde el comienzo James Blacksmith, un magnate del mundo editorial que ha conseguido triunfar tras vivir una infancia carente de amor y repleta de dificultades de toda índole. Tiene una familia perfecta ―mujer y tres hijos― y vive en una elegante villa del barrio más selecto de Wells. Todo parece sonreírle, o ese cree él, porque un día, al recoger la correspondencia de su apartado postal, descubre una carta que no le pertenece. Tras deliberar consigo mismo acerca de si debe abrirla o devolverla a la oficina, opta por la primera opción, encontrando en su interior delicadas y sentidas palabras de amor dirigidas a un tal Víctor. Esa forma de amar, desconocida por él, hará que su mundo se tambalee. Cada vez visita con más frecuencia la oficina postal, anhelando hallar otra carta. Sin darse cuenta, se va enamorando lentamente del remitente, que firma solo con su inicial ―M.―, y su vida acomodada comienza a parecerle una mentira, una suerte de teatro de las vanidades. Su mujer, proveniente de una familia humilde como la suya, parece haber olvidado sus orígenes, y James no reconoce a la Marge con la que se casó, encontrándose al regresar a casa con una extraña a la que empieza a aborrecer. Pese a las dificultades que pueda conllevar guardar un secreto como aquel, James está decidido a continuar con ese amor platónico; nada lo detendrá, nadie impedirá que localice a la persona que escribe esas cartas, pues al fin vuelve a sentirse vivo.

Wells
Tus palabras sin sentido es una obra neovictoriana, entendiendo como tal un modelo que emula la esencia y la estética de la época victoriana, pero combinando ideas y principios del mundo moderno, resultando así novedosa. Los ecos de la literatura victoriana original son manifiestos: ubicación (Inglaterra), escenarios (suburbios de Londres, barrios adinerados de Wells y la campiña inglesa), la extensión de la pieza, el uso de la forma epistolar, el sentido del deber, la aceptación de la autoridad (empezando esta dentro de la unidad familiar), el desarrollo industrial, las clases sociales y sus aspiraciones, la preocupación por la decencia, la rectitud y la moral, entre otros.

La ambientación es exquisita, las descripciones son muy minuciosas y realistas y el lenguaje está perfectamente adecuado a la sociedad inglesa del momento. Y es que la novela bien podría haberse publicado a finales del XIX, pese a haberse escrito en los albores del siglo XXI. El tratamiento de los personajes está muy cuidado, absolutamente todos y cada uno de ellos sufren y evolucionan, alejándose así de algunas piezas victorianas, donde según qué personajes ―generalmente los villanos― eran planos.

El poder de las palabras juega un papel fundamental. Estas son las artífices del cambio, el motor de la historia ―concepto de literatura como arma―: esto se evidencia claramente en los tres bloques de la novela. Por su parte, la trama está perfectamente hilada y trabajada; el autor capta enseguida la atención del lector, convirtiendo Tus palabras sin sentido en un libro endiabladamente adictivo. Y al igual que en toda buena novela, el final queda abierto, dejando al lector el poder de construir su propio desenlace.

Antonio Heras
Antonio Heras pone especial énfasis en la decidida voluntad de los protagonistas por ser libres, por poder amarse. Y es que el tema central de la obra no es otro que el amor ―como generalmente sucede en los escritos de juventud―, y el autor lo expresa como un ideal del Romanticismo, un concepto que pervive en la novela gótica victoriana. Cuando la pasión despierta, es imposible acallarla, y eso conduce al dolor, al sufrimiento y a la rebeldía. Es, por tanto, un amor que mueve el mundo, sangrante y lacerante como el de Goethe (Las cuitas del joven Werther), o bien un amor eterno, que perdura más allá de la sepultura (Emily Brontë y sus Cumbres borrascosas). Pero para que dicho sentimiento triunfe, la pareja deberá enfrentarse a los férreos principios imperantes en la sociedad, rebelándose. Dicha rebeldía es palpable en la contraposición de los conceptos campo-ciudad, donde el campo equivaldría a la libertad de un mundo sin reglas, mientras que la ciudad representaría la sociedad rígida e intolerante.

Los autores victorianos que trataron de hacerlo con sus personajes en el siglo XIX vieron cómo sus originales eran mutilados, primeramente, por los editores ―nunca podremos conocer cómo era el manuscrito completo y sin censura de El retrato de Dorian Gray― y, después, tras su publicación, cómo la prensa tachaba sus obras de “impetuos[as], vulgar[es] y subversiva[s]”, caso de las sensation novel de Mary Elizabeth Braddon, que solo exponían lo mundano que podía llegar a ser el ser humano, revelando aspectos incómodos de la sociedad victoriana: bigamia, matrimonios secretos, viudas negras en busca de nuevas presas, herederas encerradas en sanatorios por su familias para administrar su herencia, etcétera. Para ello la autora solía crear arquetipos de heroínas femeninas que dominan al hombre, desafiando doblemente el statu quo reinante.

Tus palabras sin sentido
Y Antonio Heras, en ese sentido, hace algo similar con sus dos protagonistas, dando voz a hombres con otra forma de sentir ―he aquí el espíritu del siglo XXI, pues en aquel entonces el enfoque de esta obra habría sido prácticamente inviable―, y denunciando situaciones que no solo entonces eran vistas con malos ojos, pues también lo son ahora por desgracia. Sin duda, esto nos ha de hacer reflexionar.

Pueden pasar los años y los siglos, mejorar el bienestar y la tecnología, pero ¿en realidad ha cambiado tanto la sociedad? Pese a la oscuridad que nos revela la respuesta a esta cuestión, no hay que dejar de luchar por lo que uno siente. La felicidad, independientemente de todo, se halla en el ahora, no en un futuro, sociedad y lugar concretos. Al final todo depende de nosotros, de nuestras ganas de vivir en libertad.

Tapa blanda: 350 páginas
Editor: Autoeditado
ISBN-13: 978-1976952043
Página web del autor: Antonio Heras
¿Dónde comprar?: Lektu / Amazon

2 comentarios:

  1. ¡Muchísimas gracias por esta reseña tan amable! Completa, llena de referencias y de profundidades. Un honor, de verdad.

    ¡Abrazo fuerte!

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  2. El honor ha sido nuestro. Seguiremos muy pendientes de todos tus escritos, pues nos hemos quedado con ganas de más.

    ¡Abrazos, compañero!

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